domingo, 2 de marzo de 2014

Encuentro con la Palabra

El grupo bíblico «Encuentro con la Palabra» forma parte de la federación de grupos bíblicos de la «Escuela de Animación Bíblica de Barcelona». Se reúne habitualmente cada primer viernes de mes, de las 20:00 a las 21:00 h., en los locales de la Parroquia Santa Magdalena, de Esplugues de Llobregat. Rosa M. Bayo y Joan Ribas son miembros del grupo, que coordina Javier Velasco.


¡Hola amigos!  Cada primer viernes de mes, de 8 a 9 de la noche, nos reunimos un grupo de fieles interesados en profundizar en el conocimiento de la Biblia.

Al principio fuimos invitados a formar un grupo de Animación Bíblica.  La idea nos sedujo porque siempre nos había atraído el mensaje bíblico, sin embargo nos quedaba oculto al leer de forma literal el texto.

Javier Velasco, maestro, animador y guía del grupo, nos señala cada mes un texto.  Empezamos con el Génesis (una maravilla de modernidad), seguimos con el Éxodo, continuamos con el profeta Amós, y ahora estamos descubriendo la belleza del texto de Isaías.

Nuestro grupo es heterogéneo, desde un doctor en teología, un exseminarista, un economista, matrimonios, viudas y solteras... todos participamos comentando lo que no sugiere el texto.  La Palabra de Dios cae cual fértil semilla, o como lluvia fina sobre nuestro espíritu.  Es un don que nos aprovecha a todos y esa es su grandeza, no importa tener o no un elevado nivel intelectual.

Para conseguir este objetivo analizamos el texto de la siguiente manera:

1.      Lectura de un salmo, escogido cada mes por una persona diferente.
2.      Comentario al salmo entre todos.
3.      Lectura literal del texto bíblico, en general no comprendemos gran cosa.
4.      Javier lo encuadra en un marco histórico y nos explica que ocurría en los tiempos en que se escribió el texto.  Así ya sabemos si es babilónico, de la época del rey David, si es el primer, el segundo o el tercer Isaías, a que tribu pertenecía el profeta Amós, etc. Eso es importante porque la sabiduría de una época fluye entre las palabras del texto y se capta mejor hoy al recrear el ambiente histórico.
5.      Nos fijamos en los personajes que intervienen en el texto.  Vamos identificando quien pronuncia las palabras, los verbos que usa, que acción ejercita, cómo lo hace.  Ahí empezamos a descubrir facetas iluminadoras del mensaje bíblico.  Es fascinante descubrirlas.  En este punto la ayuda de Javier Velasco es importante.
6.      Releemos los nombres de cosas y lugares desconocidos para nosotros y Javier nos enseña el significado que tenían en su tiempo a fin de desvelar la verdad del mensaje. Lo que para el hombre de hoy parecen palabras encriptadas, al explicar su significado vemos que hablan de Dios, del templo, del exilio, de dioses paganos, del amor de Dios a los hombres, de la infidelidad del pueblo, de la reconciliación, etc.  La luz  va surgiendo del texto que en un principio nos había dejado indiferentes.
7.      Es estimulante descubrir en algunos párrafos el anuncio de la llegada de Cristo.  En los Evangelios se citan estos párrafos, escritos cientos de años antes de Cristo y coinciden en lo que enseñó y vivió Jesús.
8.      Al final todos participamos en una conclusión.

Un ejemplo de la enseñanza de la lectura del profeta Amós: anunció el castigo de los que se enriquecían ilícitamente subiendo precios, mermando el peso, y abusando de los pobres, cargándoles con extenuantes jornadas de trabajo a bajo salario, creaban conflictos internos o externos para iniciar guerras destructoras, y se excedían en la lujuria, en la gula y otros vicios.  Amós hablaba en nombre de Dios y ni los sacerdotes, ni los reyes le hacían caso, al contrario lo querían mandar al exilio.   El castigo anunciado llegó y el territorio fue invadido por extranjeros que codiciaban la riqueza del país y destruyeron la cultura establecida.

Si extrapolamos estas conductas a hoy en día constatamos que la humanidad repite una y otra vez estos episodios, con consiguientes crisis sociales.   El mismo mensaje de Amós lo anuncian hoy en día otros emisarios, incluso anónimos, a los que nadie hace caso hasta que llegan las devastadoras consecuencias.  De ahí la actualidad del mensaje profético de Amós.

Descubrimos que la Palabra es como un prisma que refleja, en todo tipo de circunstancias,  el amor de Dios a su pueblo.  Un amor que primero monopolizaron los hebreos, después los cristianos, pero leyendo bien el mensaje es universal, dirigido a todos los hombres, de cualquier raza. 

Animo a todos los que nos leéis a entrar en un grupo.  Es formidable.

Rosa M. Bayo y Joan Ribas

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