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El pasado domingo 4 de marzo se clausuraban las Primeras Jornadas Bíblicas organizadas por la «Escuela de Animación Bíblica y Comunicación San Pablo» en torno a la Verbum Domini con la eucaristía presidida por el padre Cándido, párroco de Jesús de Nazaret de Madrid. El padre Cándido abrió las puertas de la parroquia a la Escuela con toda generosidad y, juntamente con el padre Sebastián, asumió la tarea de anunciar la celebración de las Jornadas por todo su arciprestazgo. Desde aquí nuestro agradecimiento para ambos y su comunidad de religiosos de la Sagrada Familia de Nazaret.
Las Jornadas comenzaron a las diez de la mañana del sábado en el salón parroquial. Pepe Pedregosa, Coordinador de la «Escuela de Animación Bíblica y Comunicación San Pablo», presentó al Padre provincial de la Sociedad de San Pablo, P. Antonio Maroño, que nos explicó cómo las Jornadas querían ser una participación del carisma del P. Alberione, su fundador, a todos en el contexto de la preparación del centenario de la fundación de la Familia Paulina (2014). Pepe Pedregosa nos habló del diálogo entre Dios y el hombre. Explicó este diálogo sirviéndose del esquema básico de un proceso de comunicación, en el que Dios sería el emisor y el hombre el receptor. Nos habló de canales, códigos… y, sobre todo, de que la comunicación de Dios pide una respuesta al hombre.
El profesor de Sagrada Escritura Javier Velasco, llegado desde Barcelona para las Jornadas, desarrolló el tema: La lectura de la Biblia en la Iglesia. Insistió en la importancia de los métodos historicocríticos para comprender bien lo que Dios quiere decirnos a través de textos muy alejados de nuestro tiempo y de nuestra cultura, aunque la lectura creyente siempre haya que hacerla en el contexto de la fe de la Iglesia. Se le preguntó cómo podríamos iniciarnos en el estudio de la hermenéutica bíblica y sugirió la lectura del libro de TOSAUS, El octógono sagrado: Breve introducción a la Biblia en cuatro lecciones, ed. Verbo Divino, 2005.
Concepción González, de las Pías Discípulas del Divino Maestro y especialista en Liturgia, nos descubrió la centralidad de la Palabra en todas las celebraciones litúrgicas. Subrayó la presencia real de Cristo cuando se proclama la Palabra en la celebración e insistió en la importancia de estudiar la Liturgia, de participar con frecuencia en ella y de la capacitación técnica de todos los que prestan en ella algún servicio.
Las Jornadas comenzaron a las diez de la mañana del sábado en el salón parroquial. Pepe Pedregosa, Coordinador de la «Escuela de Animación Bíblica y Comunicación San Pablo», presentó al Padre provincial de la Sociedad de San Pablo, P. Antonio Maroño, que nos explicó cómo las Jornadas querían ser una participación del carisma del P. Alberione, su fundador, a todos en el contexto de la preparación del centenario de la fundación de la Familia Paulina (2014). Pepe Pedregosa nos habló del diálogo entre Dios y el hombre. Explicó este diálogo sirviéndose del esquema básico de un proceso de comunicación, en el que Dios sería el emisor y el hombre el receptor. Nos habló de canales, códigos… y, sobre todo, de que la comunicación de Dios pide una respuesta al hombre.
El profesor de Sagrada Escritura Javier Velasco, llegado desde Barcelona para las Jornadas, desarrolló el tema: La lectura de la Biblia en la Iglesia. Insistió en la importancia de los métodos historicocríticos para comprender bien lo que Dios quiere decirnos a través de textos muy alejados de nuestro tiempo y de nuestra cultura, aunque la lectura creyente siempre haya que hacerla en el contexto de la fe de la Iglesia. Se le preguntó cómo podríamos iniciarnos en el estudio de la hermenéutica bíblica y sugirió la lectura del libro de TOSAUS, El octógono sagrado: Breve introducción a la Biblia en cuatro lecciones, ed. Verbo Divino, 2005.
Concepción González, de las Pías Discípulas del Divino Maestro y especialista en Liturgia, nos descubrió la centralidad de la Palabra en todas las celebraciones litúrgicas. Subrayó la presencia real de Cristo cuando se proclama la Palabra en la celebración e insistió en la importancia de estudiar la Liturgia, de participar con frecuencia en ella y de la capacitación técnica de todos los que prestan en ella algún servicio.
Quique Fernández, coordinador de la «Escuela de Animación Bíblica de Barcelona», compartió con nosotros su larga experiencia como catequista y animador bíblico. Nos habló de La Palabra en la vida de la Iglesia. Todos comprendimos la necesidad de «tocar» la Biblia, abrirla y leerla con frecuencia para seguir a Cristo fielmente y construir Iglesia.
Rafa Chavarría, biblista y director del área de Biblia de la «Escuela de Animación Bíblica y Comunicación San Pablo», desarrolló el tema La Palabra en el anuncio y misión de la Iglesia. Siguiendo la Verbum Domini, insistió en que la evangelización se fundamenta en la obra de la Palabra encarnada y es consecuencia del Bautismo.
Rafa Chavarría, biblista y director del área de Biblia de la «Escuela de Animación Bíblica y Comunicación San Pablo», desarrolló el tema La Palabra en el anuncio y misión de la Iglesia. Siguiendo la Verbum Domini, insistió en que la evangelización se fundamenta en la obra de la Palabra encarnada y es consecuencia del Bautismo.
Emilio Pérez, animador bíblico de la Escuela de Barcelona, nos explicó el método de la Lectio Divina glosando los cuatros peldaños de la Scala claustralium que el gran prior de la Cartuja Guigo II desarrolló en una carta de 1173.
La tarde del sábado terminó en la capilla de la parroquia, donde otro animador bíblico de la misma Escuela, Enrique Grau, dirigió un rato de Lectio Divina, durante el cual nos aplicamos a la Lectio, la Meditatio, la Oratio y la Contemplatio.
El domingo volvimos a reunirnos en el salón de la parroquia Jesús de Nazaret y Pedro Barrado, biblista y director de la Escuela Juan XXIII de las Hermandades del Trabajo, se centró en los números 99 – 108 de la exhortación apostólica: Palabra de Dios y compromiso en el mundo. Destacó los textos bíblicos que cita el Papa y nos hizo caer en la cuenta de que sólo uno de ellos es del Antiguo Testamento: Sab 2, 23-24. Así que comentó los diversos ámbitos de la evangelización (jóvenes, inmigrantes, pobres…) desde el Antiguo Testamento.
El domingo volvimos a reunirnos en el salón de la parroquia Jesús de Nazaret y Pedro Barrado, biblista y director de la Escuela Juan XXIII de las Hermandades del Trabajo, se centró en los números 99 – 108 de la exhortación apostólica: Palabra de Dios y compromiso en el mundo. Destacó los textos bíblicos que cita el Papa y nos hizo caer en la cuenta de que sólo uno de ellos es del Antiguo Testamento: Sab 2, 23-24. Así que comentó los diversos ámbitos de la evangelización (jóvenes, inmigrantes, pobres…) desde el Antiguo Testamento.
La última ponencia de las Jornadas corrió a cargo de Pepe Pedregosa, que destacó la importancia de poner todos los medios de nuestra cultura técnica al servicio de la comunicación de la Palabra y nos invitó a navegar por el ciberespacio y a usar carteles, cine, etc. en las catequesis bíblicas.
Las Jornadas llegaban a su fin. Se nos habían abierto caminos nuevos para profundizar en el conocimiento de la Biblia y en la oración con ella. Todos participamos en la eucaristía dominical, ávidos de escuchar la Palabra y celebrarla, de cantar himnos de acción de gracias y de compartir el pan partido. El P. Cándido exhortó a todos en su homilía a subir con Jesús al monte, a contemplar en las Escrituras su rostro transfigurado y a dejar que esa luz ilumine siempre nuestras vidas. Finalizó la eucaristía y acabaron las Jornadas. Nos despedimos los unos de los otros con el compromiso de permanecer en contacto por la Lectio Divina y todos los medios a nuestro alcance, pues sabíamos que este fin de semana habíamos construido Iglesia y debíamos seguir en la tarea.
Las Jornadas llegaban a su fin. Se nos habían abierto caminos nuevos para profundizar en el conocimiento de la Biblia y en la oración con ella. Todos participamos en la eucaristía dominical, ávidos de escuchar la Palabra y celebrarla, de cantar himnos de acción de gracias y de compartir el pan partido. El P. Cándido exhortó a todos en su homilía a subir con Jesús al monte, a contemplar en las Escrituras su rostro transfigurado y a dejar que esa luz ilumine siempre nuestras vidas. Finalizó la eucaristía y acabaron las Jornadas. Nos despedimos los unos de los otros con el compromiso de permanecer en contacto por la Lectio Divina y todos los medios a nuestro alcance, pues sabíamos que este fin de semana habíamos construido Iglesia y debíamos seguir en la tarea.
Rafa Chavarría
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